Grupo de Senderismo del SUC.
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Nota.

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miércoles, 3 de marzo de 2010

Circuito: EL PAULINAR - BRAÑA LA ESPINA - PEÑA GALLEGOS - EL PAULINAR

Domingo, 28 de febrero de 2009

Después de la alarma de la “Tormenta Perfecta” (que en Torrelavega no pareció tan perfecta) amaneció un día impresionante que animaba a salir al más perezoso. Aún así, por distintas razones, tuvimos algunas bajas.

El circuito programado parte de El Paulinar, una minialdea de cuatro casas, situada a menos de tres kilómetros del pueblo de Saja y poco antes de llegar al Pozo del Amo. Hay que coger una desviación a la izquierda, debidamente señalada. Ahí dejamos los coches. Nos encontramos a 500 mts. de altitud.

La marcha discurre, en su primera mitad, por pista, toda ella en perfectas condiciones, muy tendida, al principio, para coger algo de pendiente, después de las primeras revueltas, pasar por tramos de descanso, y terminar nuevamente en ligera pendiente, hasta llegar a Braña Espina o La Espina. En casi todo el recorrido la pista se abre camino a través de un bosque de hayas, predominantemente, y en la parte superior de acebos. Al final discurre a cielo abierto.

Esta braña, a 1.070 mts. de altitud, tiene un refugio abierto, bastante bueno, pero que se encuentra un tanto sucio y mal tratado. Y un bebedero. Por lo demás, es una braña limpia y despejada, que a nosotros se nos presentó radiante. Nos ha tocado, quizás, uno de los mejores días del año para disfrutar de su entorno, ya que el cielo despejado, la luz especial del sol de invierno, una ligera y fresca brisa y el paisaje nevado, tanto de la Sierra de Peña Sagra, como del Alto Campóo, que se yergue, imponente, enfrente, han hecho que la subida nos resulte cómoda y el disfrute de la vista un verdadero placer. Dicen que el destino no tiene por qué ser lo más importante, sino que puede serlo el camino. Pero aquí, camino y destino pujaban, al unísono por serlo.

Seguir la pista, aunque tiene bastantes revueltas, no tiene pérdida, pues es la vía principal, y sobresale siempre sobre algunos desvíos que encontramos a ambos lados.

La comida la hicimos junto al Refugio de la Braña.

La vuelta, sin embargo, la hicimos por un camino despejado que, a media ladera, bordea el Tambuey, pasa por debajo de la Venta del Mostajo y el Refugio de la Venta Vieja (que ya conocemos por la marcha que hicimos desde Colsa). El camino es interrumpido por numerosos torrentes y arroyos, que este día llevaban bastante agua, pero cruzarlos no supuso especial dificultad. En general, todos los ríos acusaban el deshielo provocado por el viento Sur del día anterior y bajaban llenos, bravos y sonoros. Al llegar al último barranco, el más pronunciado, hay que poner la mayor atención, pues hay que atravesar el río para coger un camino que sube, enfrente, y que se ve, bien marcado, desde cualquier lugar de la ladera por la que bajamos. Si no se quiere bajar a pico, lo mejor es seguir cualquiera de los caminos que, en zigzag, bajan hasta encontrar los vados, que son varios.

Una vez cruzado el río, subimos por el mencionado camino, hasta llegar a una cuadrona, bastante nueva, pero totalmente abandonada. Pasando de largo, y a unos doscientos metros, encontramos una desviación, en perpendicular, a la izquierda, por la que bajamos, por camino marcado, unos tramos, y adivinándolo, otros, hasta que la pendiente se hace muy pronunciada y, casi a derecho, va a desembocar a la pista de subida, a unos cuatro kilómetros y medio del punto de partida, por la que desandamos el resto del camino.

En total, el circuito resulta algo largo, de más de 21 kms., pero variado y rico en sensaciones. Entre otras, las de ver varios grupos de hembras de venado cerca pastando o de paso a otros pastos. Todos coincidimos en que en primavera o verano el espectáculo será enorme.

Este es el esquema de nuestro recorrido

Nada más empezar, cruzamos este puente 

El camino invita a caminar ligero

El amplio bosque de hayas por el que iremos avanzando

El río Cambilla baja lleno y tumultuoso

Oportunidad de lucimiento que el fotógrafo no duda en aprovechar

Cualquier sitio es bueno para reponer fuerzas

Un impresionante Cuetu La Concilla empieza a llamar nuestra atención

El  suave refrigerio y lo cómodo del camino se traducen en un alegre caminar 

 Avistamos, por primera vez, el camino que cogeremos de vuelta
   
En Braña La Espina el equipo, al completo 

El Refugio  

La braña presenta un aspecto impresionante

Iniciamos el regreso con Sobrecomillas y la Venta Vieja al fondo 

Abandonamos la pista al llegar a la primera gran curva

 Al principio, el barro asusta un poco

Pero, pasando el primer arroyo, el camino estará seco

Los barrancos se suceden 

 Quietas! que sale el pajarito 

Una buena perspectiva del camino que tenemos por delante

El Cordel se ofrece como un capricho para el fotógrafo

 Y, volviendo la vista atrás, verás... el Refugio

El camino que vemos enfrente, abajo, es el que tenemos que coger, al pasar el río

 El último vado

 El cansancio aparece al caer la tarde

 La cuadrona

 Bajamos rápido
  
Y, hasta bruscamente 
 

Reencontrados con la pista, desandamos los cuatro kilómetros que restan hasta llegar a El Paulinar   

Quizá la marcha se nos hizo un poco larga, lo cierto es que cogimos los coches y, del tirón, contra nuestra costumbre, volvimos a casa.